
TIEMPOS EXTRAORDINARIOS
COVID-19
El 17 de noviembre de 2019, se informó por primera vez un caso COVID-19 en Wuhan, Hubei, China. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia, ya que se confirmaron más de 138.000 casos en más de 130 países y territorios y al menos 3.300 personas murieron a causa de la enfermedad. A 31 de marzo, el mapa mundial del coronavirus era de más de 787.000 casos y más de 37.000 muertos en 194 países y, en noviembre de 2020 se sumaron más de 54,6 millones de casos y de 1,3 millones de muertos en todo el mundo.
Con el paso de los días, la vida ha cambió drásticamente. Millones de personas tuvieron que aislarse dentro de un nuevo tipo de búnker llamado casa, dando respuesta a diferentes medidas de salud pública como las restricciones de viaje, los cierres fronterizos, los toques de queda, las cancelaciones de eventos, el cierre de escuelas, las cuarentenas, el aislamiento, además de un monitoreo público del salud de las personas. Cuando las necesidades de los ciudadanos cambian, también cambian sus ciudades y sus hogares.
La arquitectura ayuda a dar forma a la calidad de nuestros entornos y puede contribuir a mejorar nuestras condiciones de salud y bienestar. "Existe una fuerte conexión entre salud y arquitectura. Desde la antigüedad, la atención médica se ha asociado con la construcción y el uso de edificios y estructuras médicas especializadas. Los temas relacionados con la salud siempre han estado estimulando innovaciones arquitectónicas a diferentes escalas: proyectos de desarrollo territorial y urbano, así como diseño arquitectónico e interior". La salud ha estimulado el diseño dentro de la disciplina arquitectónica, adoptando características pensadas para promover la salud y limitar la propagación de enfermedades.
La arquitectura actúa como garante la salud pública si se diseña para las necesidades de una realidad pandémica. Por un lado, en el caso de una emergencia debido a una enfermedad epidémica o pandémica, una ciudad se enfrenta a necesidades a gran escala en suministros, espacios médicos y cementerios. Por otro, el diseño de lugares de vida no solo debe tener en cuenta los espacios funcionales para las necesidades individuales y colectivas, sino que también debe proteger la salud, ya que los humanos pasan cada vez más tiempo aislados en espacios construidos.
“Cuando millones de personas están aisladas y trabajan desde casa, ¿Qué características debe tener una casa? Cuando no se permiten multitudes en los espacios públicos, ¿Cómo cambian las ciudades y los espacios públicos? En términos de centros de salud y diseño de interiores, ¿Cuáles son los detalles arquitectónicos higiénicos de la realidad pandémica?”
Pandemic Architectures
Los “tiempos extraordinarios” requieren un diseño extraordinario. ¿Qué puede hacer la arquitectura por nuestra salud?